Domingo 27, son las 5:30 a.m. y las diferentes comisiones de la organización han despertado para atender el día que espera; desde ir a recoger el pan, preparar los sándwiches, la avena y ordenar la mesa hasta la espera de sus invitados.
Al término del desayuno las delegaciones fueron a Chan-Chan para deleitarse con la magia y el misticismo que encierra este lugar. Aquí se presentaron espectáculos de tondero, ballet y performance de la agrupación “Máscaras de barro”.
Mientras ellos disfrutan de su paseo, en la cocina se comienzan a freír los ajos, Paola y María, las encargadas de esta comisión, hacen que el olor que se desprende de las ollas termine siendo un imán para el estómago. Causa que a su vez no solo atrae a los participantes de la muestra sino también público externo que se asoma a preguntar: “¿venden menú?”.
1:00 p.m. y todos participantes ya están alistando tenedores para darle “trámite” a la tentación de plato que tienen frente a ellos. Realmente, lo que hace en el interior de la cocina parece ser una coreografía de hormigas… unos sirven la comida, otros alcanzan los platos, otros los recogen, otros lavan y secan…porque claro, para este día ya son 78 personas que nos acompañan y ¡aún faltan más!).
Estrella y Abel, encargados de asistir la parte técnica de las obras, se encuentran también muy atareados, para hoy deben conseguir arena, jabas, y muuuuchos periódicos porque a las 7:30 p.m se presentará ARTESCEN (Chiclayo) con la puesta en escena: Esperando a Godoth. Y mientras nosotros esperamos que comience la función, los integrantes de este grupo hacen sus pasadas y ensayos para sorprendernos y encantarnos (¡Y vaya que sí lo hicieron!)
¡Luces, butacas, telón!...7:30 p.m. Samuel Beckett nos “visita” con su nobel del 69 “Esperando a Godoth”. Una hilarante pieza existencialista, cargada de humor filosófico perteneciente a la corriente del teatro del absurdo. Beckett utiliza en la interacción de sus personajes, símbolos del tedio y la carencia de significado de la vida moderna, ambos temas principales del existencialismo, dejándolos vislumbrar inteligentemente en el aparente escénico: “nada ocurre”, “¡Nada ocurre, nadie viene, nadie se va!"
Definitivamente, las dos horas del montaje no se sintieron. La obra logró atrapar de comienzo a final. Felicitaciones al grupo Artscen (Chiclayo), dirigido por Carlos Mendoza y sus actores que nos regalaron entre risas y reflexiones la parte existencialista de la vida…y si no, ¡que lo diga la crítica!, quien al finalizar la obra dará sus anotaciones de este montaje y el de ayer. (Paralelos Secantes)
La silla de crítica (porque en esta oportunidad no hubo mesa) estuvo dada por Mary Soto y Francisco Tello, personas reconocidas en ámbito teatral, quienes nos dieron sus opiniones acerca de las propuestas teatrales vistas en estos dos días del evento.
De Paralelos Secantes se rescató la frescura y dinamismo de los actores, cómo se sostuvo la obra, el excelente uso de los recursos y su utilería. Además, se vio claramente la separación de los “YO” dentro de una pareja, siendo este el motivo final de la separación. Además se felicitó el hecho de que el grupo Estación tenga un director invitado y se invitó a que otros grupos lo hagan para así enriquecer los trabajos.
De Esperando a Godoth, se rescató el buen uso del espacio, la utilería de reciclaje, el minimalismo de la puesta, la actuación de Perla Cortés (hasta ahora una de las más aplaudidas). El haber podido llegar a transmitir lo que se plantea: el existencialismo, también conocido como “el significado de la vida humana”, la vocación suicida de la sociedad y la espera de algo que “nunca” llega.
Sin embargo algo que sí llego aquí, siendo cerca de las 11:00 p.m. fue la despedida. Cada delegación desfila hacia sus alojamientos asignados, pero las comisiones siguen trabajando…¿llegará el cansancio a visitarnos ahora?. Esperemos que no porque aún falta más, pero ahora, a descansar.
Se cierra el telón, y los ojos también.
Hasta mañana, muy temprano.
